Para que el hombre, en su empeño por mejorar el orden social, no haga más daño que bien, habrá de convencerse de que en este campo, como en todos aquellos en que prevalece un tipo de organización esencialmente, compleja, no puede adquirir el conocimiento completo que le permita dominar los acontecimientos posibles. Además, el conocimiento que puede conseguir tendrá que usarlo no para moldear los resultados en la forma en que el artesano construye su obra, sino como el jardinero actúa con las plantas: ayudando al crecimiento proporcionando un entorno apropiado.¹
Hayek sobre la pretensión del conocimiento.
No es un misterio que el Hayek de Cambridge que escribió Precios y producción no es el mismo que el que escribió La fatal arrogancia. El primero se mantenía en una estela meramente económica y ortodoxa, analizando el sistema de precios desde un punto de vista clásico, como ese sistema que equilibra las decisiones de los agentes, tanto a nivel presente como a futuro y el segundo se fue hacia un objeto de estudio mas «social» basado en cual era la función que cumplían los precios, no como un sistema global sino como una unidad de información que le daba capacidad de decisión al individuo, la raíz de este pensamiento lo podemos encontrar en El uso del conocimiento en la sociedad (1945), ese gran articulo académico comienza lo que se podría denominar, el Hayek del conocimiento y los ordenes espontáneos.
Para este Hayek la economía es un tema de conocimiento, es decir, responde a la principal problemática de la economía: producción, distribución y consumo.
¿Cómo sabemos qué producir? Gracias a que existen precios que nos indican que bienes y servicios la gente está valorando.
¿Cómo sabemos quien tiene qué producirlos? Gracias a que tenemos una unidad de cuenta (moneda) que nos dice que empresas están teniendo pérdidas y cuales ganancias, de manera que aquellas que superen sus costos están produciendo manera eficaz.
Si decidimos producir algo, ¿qué recursos utilizamos? Gracias a un sistema de precios que nos permite conocer la escasez relativa de nuestros recursos naturales es que podemos saber que materia prima utilizar, de manera que aquellos recursos naturales que empiecen a ser sobreexplotados aumentarán de precio gracias a su creciente escasez respecto otras materias primas, por la misma razón que la madera no desapareció cuando no existía el aceite para iluminar las casas y de la misma manera que el carbón no desapareció cuando fue la materia prima que inició la más grande revolución industrial de la historia, sus precios dieron información sobre su escasez que permitió moverse a otros recursos naturales y lo mismo pasará con el petróleo.
¿Cómo sabemos que los precios que fijamos son los correctos?
Debido a que existen millones de personas que decidirán o no comprar nuestro producto, además de contadores que estarán reuniendo una gran cantidad de información acerca de los movimientos reales de nuestra empresa y nuestro patrimonio y en el caso de errores que ni los contadores encuentren habrá personas que obtendrán ganancia a través de encontrar errores en los precios y lucrar con ello, se les llama especuladores.
Tengo un ahorro, ¿qué hago con él? Existen bancos que toman tu ahorro y lo llevan a personas que están invirtiendo, los bancos saben a donde llevar ese dinero porque existe un lugar llamado Bolsa de valores donde se expone la información financiera relevante de las empresas a través de distintos instrumentos, incluyendo uno de los más importantes: acciones.
Las acciones nos dicen de manera sencilla la posición de una empresa, pues los movimientos en sus precios nos reflejan el estado actual de la empresa y su capitalización.
Sabemos muchas cosas sobre el presente, ¿cómo sabemos las preferencias de la gente en el futuro?
Para eso existe la tasa de interés que no es otra cosa que el valor reflejado de la preferencia temporal de una sociedad, nos dice que tanto la gente está prefiriendo el presente respecto del futuro, de esa manera los bancos saben hacia adonde y en que plazo prestar sus ahorros. Y también existen los contratos de futuros que tratan de aproximarse al valor probable de activos para conocer su valor presente y aminorar el riesgo.
Toda la economía es un proceso de conocimiento, trata sobre la interrelación de los agentes que generan información muy compleja que se refleja a través de distintas instituciones sociales.
De aquí Hayek concluye que una de las razones por las que el Socialismo ni cualquier planificación central de la economía funcionan es porque no conocen toda la información necesaria para operar de manera eficiente, fenómenos complejos como el mercado son fenómenos donde la información esta dispersa en cada uno de los agentes que la componen, de manera que un órgano central, incluso con la ciencia estadística mas avanzada, no basta con tener información pasada sobre un fenómeno de manera agregada, sino que necesita un entendimiento completo de cada uno de los agentes que la componen, pero, además necesita saber también como esos agentes se relacionan con otros (algo que el margen de error tampoco puede sustituir), si no se tiene esto no puede operar de manera eficiente. Si el mercado funciona es porque cada quien dentro de si mismo tienen un pedazo de conocimiento que usa para si mismo, como el conocimiento se encuentra tan disperso en cada agente un órgano central no puede capturarlo todo, y al querer sustituirlo fallará inexorablemente pues debido a la falta de información no se podrán prever todas las situaciones posibles ni se actuara de forma eficiente generando distorsiones en los mercados y dificultando el proceso de conocimiento y calculo de los agentes económicos. Estas ideas pueden verse en sus obras, Individualismo y el orden económico, La fatal arrogancia, Estudios sobre Filosofía, Política y Economía, entre otros, escritos en diferentes periodos pero muy conectados entre si.
Por esta razón el cálculo económico de Hayek es distinto del calculo económico de Mises, el primero se enfoca en la descentralización de la información que coexiste en un mercado, y el segundo consiste en la determinación de precios «reales» que sólo pueden producirse en un entorno de propiedad privada de medios de producción, a pesar de la ligera diferencia, son sutilmente diferentes, de hecho esta diferencia ha llevado a algunos austriacos, como Hans-Herman Hoppe a descalificar el calculo económico de Hayek anteponiéndolo al de Mises.
Si Hayek viviera hoy, estoy seguro que (parafraséandolo) diría que «el objetivo de todo buen economista es hacer ver a los demás economistas lo poco que saben de aquello que creen diseñar» (La Fatal Arrogancia: Los Errores del Socialismo (1988), p. 76), pues cualquier intervención en este libre flujo de intercambio de información genera distorsiones en los precios reales de la economía, una intervención en la tasa de interés genera una distorsión en las inversiones pues los bancos llevan ahorros hacia lugares a los que no los debieron haber llevado a plazos erróneos, esto es lo que se conoce como ciclo económico austriaco, que no es otra cosa que un problema de conocimiento.
¹ Hayek, Friedrich, A. Nuevos Estudios de Filosofía, Política, Economía e Historia de las Ideas. Madrid, Unión Editorial, 2008. La pretensión del conocimiento.